chat de juxtlahuaca

lunes, 7 de mayo de 2012

Consulado mexicano repatria desde EE.UU. a mujer enferma de cáncer

MEXICO (AP) — Una mexicana, madre de seis hijos, que estaba viviendo sin permiso legal en Carolina del Norte consiguió ayuda de las autoridades de México para regresar a su país natal para recibir tratamiento contra cáncer. A Norma Ramírez, de 33 años, le diagnosticaron la enfermedad en enero en el Hospital WakeMed tras detectarle un crecimiento maligno en su uretra, pero se arriesgaba a ser arrestada y deportada si seguía con el tratamiento en Estados Unidos, donde vivía desde hace ocho años. Ello hubiera significado dejar abandonados a sus dos hijos menores, ambos de nacionalidad estadounidense. "Cuando el traductor me explicó lo que decía el médico, decidí no quedarme porque mis hijos hubieran tenido que regresar a México solos si algo me pasaba", dijo Ramírez, quien también pensó en las cuatro hijas que dejó en su país natal bajo el cuidado de su madre. Sin embargo, si regresaba a México no sabía dónde atenderse médicamente. "Quería que mis hijas también me vieran, no tendida en una cama, por eso pedí ayuda al consulado para regresar", dijo la mujer, quien es originaria del estado de Guerrero. El consulado mexicano en Raleigh se encargó de que recibiera atención en México pagada por el Estado. Las autoridades también arreglaron que los hijos, de cuatro y cinco años, tuvieran pasaportes mexicanos para que pudieran regresar con ella. Ramírez está siendo atendida en Acapulco. A través de su programa de asistencia legal, el consulado también contrató a un abogado para evitar la orden de deportación. Ramírez dijo que llegó al puerto el lunes 16 de abril y ese mismo día fue internada en el Instituto de Cancerología de Acapulco, donde permaneció hasta el siguiente viernes. Todavía le queda un largo tratamiento porque el cáncer se extendió a otros órganos. Al entrar al hospital, "me dijeron que estaba muy deshidratada y muy baja de las defensas. Ahora ya me siento mejor, ya camino yo sola, ya no me agarran para caminar". Agregó que se siente mejor después de haber estado cinco días en el hospital. "Ahorita ya me siento bien. Me estoy recuperando. Estoy con mis hijas, con toda mi familia, muy contenta", dijo Ramírez. "Me recibieron muy bien, no me esperaba encontrar tanta gente. Estaba mi papá, mi mamá ahí"

jueves, 3 de mayo de 2012

Infanticidio ensombrece la “magia” de Tapijulapa

TAPIJULAPA, Tab., mayo 3 A la pobreza y marginación de los habitantes de esta comunidad que recientemente fue declarada “pueblo mágico” por las autoridades de turismo, se suma la desidia de las autoridades que tienen sin escuela primaria a los infantes de la colonia Villa Luz, de donde eran originarios los cuatro niños que fueron asesinados por asfixia y enterrados en un rancho del municipio tabasqueño de Tacotalpa. Por eso explica el delegado municipal, José Luis Gutiérrez, que las cuatro víctimas formaban parte de un grupo de 26 menores que caminaba 4.5 kilómetros para acudir a la primaria a tomar clases. Se sospecha que fue en ese trayecto de 4.5 kilómetros de veredas solitarias, con tramos de vegetación tupida y potreros, junto al río Oxolotán, donde posiblemente fueron secuestrados los niños. La mañana del martes 24 de abril los hermanitos Blanca Elena, Gustavo Adolfo y Jesús Alberto Gutiérrez Álvarez, de 10, ocho y siete años de edad, así como sus vecino Samuel Vázquez Gómez, de siete, salieron de sus domicilios para acudir a clases... pero nunca llegaron a la escuela. Sus padres se enteraron hasta la tarde al ver que no regresaron de la escuela. El viernes 27 de abril, cuatro días después, tras una operación de búsqueda, los menores fueron localizados semienterrados en una fosa en un rancho, a tres kilómetros de Tapijulapa. Los niños habían muerto por asfixia a causa de cinta canela que les cubría el rostro, determinó la necropsia. El padre de los tres hermanos fallecidos —los menores de cinco—, Gustavo Gutiérrez Gómez, está indignado y enojado por el manejo de la información en algunos medios de comunicación: por la publicación de fotografías de las víctimas y asegurar que les habían extraído los órganos. Entre llanto, exclama que no hablará con reporteros, e instruye de igual modo al resto de sus familiares. - Ahorrar ocho pesos de pasaje La colonia Villa Luz es un caserío ubicado en un cerro que está rodeado por los ríos Oxolotán y Amatán. Enfrente, cruzando el primer cauce, está el poblado Arroyo Chispa, donde hay un plantel que imparte la primaria, pero en un “grupo integrado”, es decir, están revueltos desde primer grado hasta sexto grado. El delegado municipal menciona que en esa escuela las clases las imparten personas que no son maestros titulados y hay clases cuando quieren. Hace cinco años hubo una escuela en forma, pero la quitaron. Por eso los papás de Villa Luz prefirieron enviar a la mayoría de los menores a estudiar en la primaria del “pueblo mágico” de Tapijulapa. Por falta de recursos de los padres, que en su mayoría trabaja en jornales del campo, los menores tienen que caminar durante una hora para llegar a la escuela; se ahorran de este modo los ocho pesos que cobran las peseras. - Una vereda solitaria Toda la población permanece temerosa a raíz de la muerte de los cuatro vecinitos. Creció la desconfianza con la gente de fuera y casi se mantienen encerrados en sus casas: los niños ya no salen a jugar y ahora acuden a la escuela acompañados de sus padres. Luego del crimen, el delegado municipal solicita que se brinde vigilancia permanente en los alrededores de la colonia Villa Luz. Una vecina de la colonia Isabel, cuya casa es la primera que se ubica donde termina la vereda que transitaban los niños rumbo a la escuela, dice que el día que desaparecieron no los vio pasar. “Siempre iban y regresaban juntos. A veces pasaban a tomar agua”, recuerda doña Margarita, quien comenta que diariamente se levanta a las cinco de la mañana para preparar el maíz para sus tortillas. No sabe si los otros niños vieron ese día a sus vecinitos. Menciona que esa vereda es solitaria y hasta a un adulto le provoca temor, sobre todo en los tramos con mucha vegetación. Al comentar que siempre ve pasar a una niña sola todos los días, piensa que los menores corren peligro al caminar por allí. La colonia Villa Luz es habitada por 26 familias. La comunidad carece del servicio de drenaje y desde hace dos años se quedaron sin puente y agua potable, pues la creciente del río —el 24 de septiembre de 2010— derribó la infraestructura y la tubería. El líquido lo obtienen ahora de los “ojos de agua” que requieren acondicionamiento y limpieza. Para cruzar el río les proporcionaron una lancha, cuyo motor siempre está inservible, menciona el delegado municipal. - Descartan secuestro El 30 de abril, el gobernador Andrés Granier se reunió con los padres de los cuatro menores asesinados, a quienes les prometió no descansar hasta llevar ante la justicia y castigar a los responsables del múltiple infanticidio. “No descansaremos hasta dar con el responsable o los responsables de tan lamentable hecho”, afirmó el mandatario estatal en presencia del procurador de Justicia, Gregorio Romero Tequextle. En el Palacio de Gobierno, atendió y conversó con Gustavo Gutiérrez Gómez y Teresa Álvarez Pérez, padres de los tres hermanos fallecidos, y Paulino Vázquez Martínez y Anita Gómez Pérez, padres del otro menor muerto. El procurador de Justicia aseguró que con las primeras investigaciones se descartó totalmente que el móvil del crimen contra los niños haya sido el secuestro para extraerles los órganos, o que fueron atacados sexualmente. “Los padres de los niños ya recibieron los dictámenes de los directores del Servicio Médico Forense y de Servicios Periciales, sobre las condiciones en que estaban los cadáveres”, afirmó. “Nuestro interés es hablar con toda claridad, y los señores padres de los niños estuvieron en disposición de hacer todas las preguntas que consideraron pertinentes a ambos directores. Repito, nuestro principal interés es hablarle a la sociedad con toda veracidad y que no se tergiversen las cosas”, aseguró. También se trabaja en coordinación con las autoridades federales en una de las diversas líneas de investigación. Hizo un llamado a la sociedad, pero principalmente a los habitantes de Villa Tapijulapa y de toda la región, para que proporcionen cualquier indicio que pudiera ser útil para las investigaciones.